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El origen del olivo: un legado cultural

El olivo, tal como lo conocemos, pertenece al género Olea, de la familia Oleaceae, que puede vivir varios años. La verdad certera de cómo se descubrió este cultivo es incierta, aunque coincide con la expansión de las civilizaciones mediterráneas que durante siglos gobernaron el destino de la humanidad y dejaron su marca en la cultura de occidente.

Se han encontrado fósiles de hojas de olivo en depósitos del Plioceno en Mongardino, Italia; en estratos rocosos del período Paleolítico Superior del Norte de África; y en excavaciones de la Edad del Bronce en la Península Ibérica. Por eso se dice que la existencia del olivo se remonta 12.000 años antes de Cristo.

Según la mitología griega, en la ciudad de Attica se presentaron Poseidón, dios de los mares, y Atenea, diosa de la civilización y la sabiduría. Ambos se disputaron la protección del pueblo: Poseidón golpeó su tridente contra el piso y levantó una fuente, donde el dios sería adorado. Además, les ofreció abundancia en los mares y protección contra las mareas al momento de navegar. Atenea hundió su lanza contra una roca y de ese golpe surgió el primer olivo en las puertas de la Acrópolis. 

El pueblo consideró que el regalo más precioso era el de Atenea, por ello decidieron renombrar a la ciudad como “Atenas” en su honor.

Por ello, el olivo es un elemento tan representativo de la cultura mediterránea. Incluso en la primera edición de las olimpiadas, en el año 776 a.C., el olivo jugó un papel clave. La primera antorcha olímpica fue una rama de olivos en llamas. Además, los ganadores de los juegos recibieron como premio la tan famosa corona de olivos, la cual simbolizaba paz y tregua contra cualquier tipo de hostilidad. 

Con el descubrimiento de América, el cultivo del olivo se extendió más allá de los confines del Mediterráneo, logrando que en los tiempos modernos sea cultivado en lugares tan distantes de sus orígenes como en África del Sur, Australia, Japón y China.

Desde San Rafael, Mendoza, Finca San Gerardo lleva a tu mesa la mejor expresión de este cultivo tan codiciado a lo largo de la historia a través de sus aceites de oliva virgen extra.

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